
Si hay un destino en México que sabe combinar lujo, naturaleza y una experiencia todo incluido inigualable, es la Riviera Maya. Aquí se encuentran algunos de los mejores resorts de México, por no decir del mundo.
Este tipo de hoteles aúnan playas paradisiacas, piscinas de ensueño, restaurantes de alta cocina y un sin fin de actividades, para hacer que tu estancia allí sea perfecta.
Aquí tienes mi lista definitiva de los 10 mejores hoteles todo incluido en la Riviera Maya, para que disfrutes de la Riviera Maya a todo lujo.
La Casa de la Playa by Xcaret
Este hotel boutique es de los más exclusivos de la Riviera Maya. Solo tiene 63 suites, lo que significa que la atención es completamente personalizada. Desde el momento en que llegas, te asignan un mayordomo personal que se encarga de hacer que tu estancia sea impecable.
Lo primero que más sorprende de este hotel es el concepto de «Exclusively Your Way», que combina la privacidad de una casa de lujo con los servicios de un resort cinco estrellas. Con este concepto, tu mayordomo diseñará experiencias a tu medida como tours por el Río Maya, exploración de cavernas, accesos VIP a los parques Xcaret o cenas privadas en cenotes o en el escenario del teatro Gran Tlachco.
Uno de los puntos más fuertes de este hotel es la comida. Todos los restaurantes son de autor, con chefs reconocidos que crean experiencias gastronómicas únicas. Uno de los que más destacan es un restaurante de cocina yucateca en medio de la selva, donde cada platillo está inspirado en ingredientes tradicionales de la región.
Las habitaciones tienen vista al mar o a la selva, y algunas incluso cuentan con piscina privada. Si buscas algo realmente especial, este es el lugar indicado.
La única desventaja es que el precio es bastante alto, pero si buscas privacidad, lujo y servicio de primer nivel, vale cada peso que pagas.

Hotel Xcaret Arte
Desde el momento en que pones un pie en este hotel, te das cuenta de que estás en un lugar único. El diseño es impresionante, inspirado en el arte mexicano, con cada rincón cuidadosamente pensado para parecer una galería al aire libre. Es un hotel rodeado de selva, pero con acceso directo a la playa, lo que lo hace aún más especial.
Uno de sus puntos fuertes es su concepto de «All-Fun Inclusive», porque no solo incluye comidas y bebidas, sino también la entrada gratuita a todos los parques Xcaret. Es un extra increíble porque, además de disfrutar del resort, puedes ir a Xel-Há, Xplor, Xenses y más sin pagar un solo peso adicional. Si te gustan las experiencias diferentes, esto es un gran plus.
La comida en este hotel es otro nivel. Hay diez restaurantes y todos tienen un concepto único, donde he de destacar el Mercado de San Juan. Las habitaciones son enormes y cómodas, muchas con vista al mar y algunas hasta con piscina privada. Yo tuve la suerte de quedarme en una con estas características y fue un auténtico lujo.
Lo único que puede ser un poco abrumador es el tamaño del hotel. Es tan grande que al principio puedes sentirte un poco perdido, pero afortunadamente hay un sistema de transporte interno que te lleva a donde necesites. Además, si te gusta el arte, este es el lugar ideal. Hay talleres de cerámica, telar, pintura y hasta cocina mexicana.
Los viajeros que hemos estado aquí, coincidimos en que la atención del personal es impecable, los restaurantes son de los mejores de la zona y las instalaciones están siempre en perfecto estado. Sin duda, es un hotel que vale la pena visitar al menos una vez en la vida.

Palmaïa – The House of AïA
Este hotel es completamente diferente a los demás. Aquí el concepto no es solo el lujo, sino también el bienestar y la conexión con la naturaleza. Se encuentra en medio de 400 hectáreas de selva virgen y su enfoque está en ofrecer una experiencia holística.
Las habitaciones son de otro nivel, amplias, con vistas al mar o a la selva y algunas con piscina privada. Pero lo que realmente hace especial a este hotel son las actividades. Hay yoga, meditación, ceremonias espirituales y hasta talleres de arte. Es como un retiro de bienestar de lujo.
El spa es impresionante, con tratamientos que combinan técnicas ancestrales con terapias modernas. Y la playa es simplemente espectacular, con arena blanca y aguas cristalinas.
Sorprende que toda la comida su plant-based, pero no te dejes engañar, porque es absolutamente deliciosa. Mi restaurante favorito fue LEK, donde la cocina asiática tiene un giro innovador y saludable.
Si buscar desconexión y un retiro para cuidar tu cuerpo y tu espíritu, este es, sin duda, tu hotel.

Secrets Maroma Beach Riviera Cancún
Si buscas una playa espectacular, este es el hotel perfecto. Maroma Beach es considerada una de las mejores playas del mundo, con su arena blanca y sus agua turquesa que parece sacada de una postal.
Las habitaciones son amplias y lujosas, muchas con acceso directo a la piscina. La cama con dosel le da un toque romántico que lo hace ideal para parejas.
La comida es excelente, con siete restaurantes diferentes. Probé el restaurante francés y quedé encantado, pero el buffet también es impresionante, especialmente para el desayuno.
El servicio es de los mejores que he experimentado. Todo el personal es atento, amable y siempre dispuesto a ayudar. Lo único que podría mejorar es que, en ciertas épocas del año, puede haber sargazo en la playa, pero el hotel se encarga de limpiarlo constantemente.

Valentin Imperial Riviera Maya
Este hotel sorprende por su enorme piscina principal, que es una de las más grandes de la Riviera Maya. De un lado hay un ambiente más animado con música y actividades, mientras que del otro es más tranquilo y relajante. Es perfecto tanto si quieres fiesta como si prefieres descansar.
Las habitaciones son espaciosas, modernas y súper cómodas. Si tienes la oportunidad, te recomiendo optar por una suite Emerald, ya que tienen vistas espectaculares y un ambiente más exclusivo.
El servicio aquí es de primera. Desde la recepción hasta los meseros y el equipo de entretenimiento, todos están siempre atentos y con una sonrisa. Mención especial al equipo de animación, que hace un trabajo increíble organizando actividades sin que se sientan invasivas.
La comida es otro punto fuerte. Para ser un todo incluido, la calidad es impresionante. Probé varios restaurantes temáticos y me encantaron, especialmente el italiano y el francés. El desayuno buffet es una locura, con opciones para todos los gustos y platillos preparados al momento.
Si hay algo que podría mejorar, es que en temporada alta algunos restaurantes pueden estar un poco saturados. Pero fuera de eso, la experiencia en este hotel es impecable.

Hotel Xcaret México
Si hay algo que hace especial a este hotel es su ubicación y la forma en la que está diseñado. Aquí no solo hay playa, sino también ríos, caletas y una integración total con la naturaleza. Es un resort que te permite desconectarte del mundo sin perder el lujo de un cinco estrellas.
Al igual que en Xcaret Arte, aquí el All-Fun Inclusive te permite acceder a todos los parques de Grupo Xcaret, lo que significa que no solo te quedas en el hotel, sino que tienes una infinidad de experiencias esperándote fuera.
Las habitaciones son una maravilla. Espaciosas, bien decoradas y con vistas espectaculares a la selva o al mar. En cuanto a actividades, hay de todo: yoga en la playa, espectáculos en vivo, albercas enormes y hasta caletas privadas donde puedes nadar sin salir del resort.
Una de las cosas que más disfruté fue la comida. Hay once restaurantes y cada uno tiene una propuesta gastronómica diferente. Uno de mis favoritos fue Mercado de la Merced, donde los sabores mexicanos son protagonistas. Me encantó que, además de los restaurantes formales, también hay puestitos de comida tradicional repartidos por el hotel, lo que te permite probar antojitos en cualquier momento del día.
Lo único que noté es que, en temporada alta, algunos restaurantes pueden llenarse y es necesario hacer fila, pero fuera de eso, todo fue impecable. Para mí, este hotel es perfecto si quieres una experiencia completa de naturaleza, cultura y diversión sin preocuparte por nada.

Secrets Moxché Playa del Carmen
Este hotel me dejó impresionado desde el momento en que llegué. Su arquitectura moderna y su integración con la naturaleza lo hacen un lugar espectacular. Uno de los detalles más llamativos es que han creado cenotes artificiales dentro del resort, lo que le da un ambiente místico y muy especial.
Las habitaciones son de las más amplias y cómodas en las que me he hospedado en la Riviera Maya. Todas tienen terrazas con vistas ya sea al mar o a los jardines tropicales. Además, cuentan con minibar bien surtido y una máquina Nespresso, lo que es un plus cuando quieres disfrutar de un café recién hecho sin salir de la habitación.
Las actividades dentro del hotel son variadas y de muy alta calidad. Desde clases de yoga y gimnasio hasta espectáculos nocturnos en su impresionante teatro. El spa es un verdadero santuario de relajación, perfecto para desconectarte y consentirte.
La gastronomía es una experiencia aparte. Hay once restaurantes en total, y cada uno ofrece una propuesta diferente. Mi favorito fue el de cocina mexicana, donde cada platillo parecía una obra de arte. También probé el restaurante francés y la experiencia fue espectacular. Eso sí, en horas pico hay que tener paciencia porque puede haber fila para algunos restaurantes.
Si hay algo que no es perfecto, diría que es la playa. No es tan espectacular como en otros resorts de la zona, ya que hay algunas rocas y, dependiendo de la época del año, puede haber sargazo. Sin embargo, el resto de la experiencia hace que valga completamente la pena.

Palafitos Overwater Bungalows
Este es el único resort en la Riviera Maya que ofrece bungalows sobre el agua, como los típicos de Maldivas. Desde que entras a tu habitación, tienes vistas impresionantes del mar Caribe, y el piso de cristal te permite ver los peces nadando debajo de ti.
Lo mejor de este hotel es que cada bungalow tiene su propia piscina infinita privada, así que puedes pasar horas disfrutando del paisaje sin necesidad de salir.
El restaurante exclusivo de los Palafitos ofrece una experiencia gastronómica de primer nivel, con menús de degustación y mariscos fresquísimos. Además, cuentas con un mayordomo personal que se anticipa a todas tus necesidades.
Cada rincón de este resort es espectacular, por lo que cuesta bastante decidir entre quedarse en el bungalow o salir a explorar la playa.

Secrets Akumal Riviera Maya
Lo primero que tengo que decir sobre este hotel es que su playa es mágica. Arena blanca, aguas cristalinas y, lo mejor de todo, tortugas marinas nadando cerca de la orilla. Poder verlas en su hábitat natural mientras haces snorkel es una experiencia inolvidable.
Las habitaciones son espaciosas y elegantes, con un diseño que mezcla lujo y comodidad. Desde el balcón puedes disfrutar de vistas espectaculares del mar Caribe o de los jardines tropicales.
El ambiente del hotel es vibrante sin ser abrumador. Hay actividades para todos los gustos, desde clases de yoga en la playa hasta catas de tequila al atardecer. Pero si buscas tranquilidad, también hay rincones escondidos donde puedes relajarte sin interrupciones.
Uno de los aspectos que más me sorprendió fue la comida. El restaurante de mariscos frente al mar se convirtió en mi favorito. Nada como disfrutar de pescado fresco con el sonido de las olas de fondo.
Si decides hospedarte aquí, te recomiendo probar el spa. Me di un masaje con aceites locales y técnicas mayas que me dejó como nuevo. Sin duda, una experiencia única que vale la pena.

Grand Velas Riviera Maya
Este hotel es sinónimo de lujo absoluto. Desde el momento en que llegas, te das cuenta de que aquí todo está diseñado para ofrecer una experiencia de primer nivel.
Las habitaciones son enormes, de más de 100 m², con terrazas privadas y algunas hasta con piscina de inmersión. Me alojé en la sección Zen, rodeado de selva, y fue como estar en un oasis privado dentro del hotel.
Las actividades dentro del resort son de lujo. Hay yoga, bicicleta, buceo en cenotes y hasta nado con tortugas. El spa es una experiencia en sí misma, con tratamientos inspirados en la cultura maya y áreas de hidroterapia que te dejan completamente renovado.
La gastronomía en Grand Velas es de lo mejor que he probado en cualquier resort. Tienen ocho restaurantes de especialidad, pero lo que más me impresionó fue el Cocina de Autor, un restaurante con 5 Diamantes AAA. La comida es tan elaborada y sofisticada que cada plato parece sacado de un restaurante con estrella Michelin.
Lo único «malo» de este hotel es que es difícil decidir entre quedarse en la playa, en la piscina o explorando la propiedad, porque hay tanto que hacer que el tiempo nunca parece suficiente.

Si tuviera que elegir solo uno, me costaría muchísimo trabajo. Cada hotel tiene algo especial, pero lo que es seguro es que cualquiera de estos te garantizará una experiencia inolvidable. Unos se centran en experiencias de aventura, otros de relax, otros en ambientes más artísticos… Todos son una auténtica maravilla, así que se trata de dar con el que más vaya contigo.