Comida típica de México: 8 platillos que no te puedes perder en tu visita

comida que no te puedes perder en tu viaje a México

La gastronomía mexicana es mucho más que comida: es una representación viva de la historia, la cultura y las tradiciones de este país fascinante. Desde los mercados locales hasta las mesas más refinadas, la diversidad de platillos refleja la riqueza cultural de México, un país donde cada bocado cuenta una historia.

México, un sabor distinto en cada región

México es un país enorme y puedes encontrarte platos que sean tradicionales de algunas zonas y muy fáciles de encontrar allí, pero que no encuentres en otras. Por ejemplo, en el norte predominan las carnes asadas y las tortillas de harina, mientras que en el sur, el maíz, los moles y los guisos especiados son la estrella. Este mosaico culinario convierte a la cocina mexicana en una experiencia única y diversa.

A continuación, exploraremos algunos de los platillos más emblemáticos, desarrollando más a fondo sus características, orígenes e ingredientes.

1. Tacos

Los tacos son sinónimo de comida mexicana. Este sencillo platillo consiste en tortillas de maíz o harina rellenas de ingredientes que varían de región en región. Entre las variedades más populares encontramos:

Tacos al pastor

Inspirados en la cocina árabe, estos tacos llevan carne de cerdo marinada en una mezcla de achiote, especias y jugo de piña. La carne se asa en un trompo vertical, similar al shawarma, y se sirve en tortillas de maíz con piña, cebolla y cilantro. Su sabor es una combinación perfecta entre lo dulce y lo especiado, convirtiéndolos en un favorito nacional.

Tacos de barbacoa

Originarios del centro de México, los tacos de barbacoa se preparan con carne de borrego (cordero) cocida lentamente en un horno subterráneo, envuelta en pencas de maguey. La carne es tierna y jugosa, y los tacos se acompañan con salsa picante y jugo de limón. En muchas regiones, este platillo es parte de las celebraciones familiares y eventos especiales.

Tacos de pescado

Típicos de Baja California, estos tacos se hacen con pescado empanizado o a la parrilla, servido en tortillas de maíz o harina y acompañado de col rallada, mayonesa con limón y salsa picante. Son ideales para quienes prefieren un sabor fresco y ligero.

Tacos de carnitas

Originarios de Michoacán, las carnitas se preparan cocinando carne de cerdo lentamente en su propia grasa junto con especias y jugos cítricos. El resultado es una carne tierna y llena de sabor. Los tacos de carnitas se sirven con salsa verde o roja, cebolla, cilantro y, a menudo, un toque de chicharrón para darles textura.

Tacos de guisado

Estos tacos son el alma de las fondas y los mercados. Se rellenan con guisos caseros como chicharrón en salsa verde, mole, rajas con crema, papas con chorizo o hasta huevo con nopales. Son una opción económica y reconfortante que captura la esencia de la comida casera mexicana.

Tacos de suadero

Muy populares en la Ciudad de México, los tacos de suadero se preparan con un corte de res suave y jugoso, cocido a fuego lento y servido en tortillas pequeñas. Se acompañan de salsa, cebolla y cilantro, y suelen encontrarse en las taquerías y carritos callejeros.

El atractivo de los tacos está en su versatilidad y en las salsas que los acompañan, que pueden ir desde suaves y cremosas hasta picantes e intensas.

2. Cochinita Pibil

Mi favorito, sin duda, es la cochinita pibil, plato típico de la zona de Yucatán. Este platillo tiene raíces en la cocina prehispánica y aún hoy se prepara de forma tradicional. La receta incluye carne de cerdo marinada con achiote, jugo de naranja agria y especias, que luego se envuelve en hojas de plátano y se cocina bajo tierra en un horno conocido como «pib».

Cuando lo hacen así, la carne se deshace en tu boca y es muy muy sabrosa. Este platillo se sirve acompañado de cebolla morada encurtida y chile habanero, creando un balance perfecto entre lo ácido, lo picante y lo jugoso.

Cochinita pibil que me sirvieron en un restaurante de Valladolid

3. Birria

Otro de mis favoritos es la birria, que puedes encontrarla con carne de cordero o de res. Este platillo, originario de Jalisco, es un guiso especiado que se cocina a fuego lento, permitiendo que la carne absorba todo el sabor de los chiles y las especias. Tradicionalmente, se elabora con carne de borrego (cordero), pero en muchos lugares se usa res o incluso pollo.

Es un plato que se disfruta en ocasiones especiales, como bodas o festividades. Cuando lo pruebas, la carne es tan tierna que se deshace con el tenedor, y el caldo es perfecto para mojar tortillas recién hechas.

4. Chilaquiles

Un plato que tienes que probar por lo menos una vez en tu desayuno, son los chilaquiles. Este platillo mezcla trozos de tortilla frita, bañados con salsa roja o verde, y se complementa con crema, queso, cebolla y, a menudo, huevo o pollo.

Puede parecer un poco fuerte para desayunar si no estás acostumbrado, pero es una auténtica delicia. Su popularidad se debe a su sencillez y versatilidad, ya que puedes agregarle ingredientes como aguacate o frijoles para darle tu toque personal.

5. Pozole

El pozole es un caldo a base de maíz cacahuazintle, que se cuece hasta que los granos se abren como flores. Tradicionalmente, se prepara con carne de cerdo o pollo, y se sirve acompañado de lechuga, rábanos, cebolla, orégano, limón y, por supuesto, salsas al gusto.

Este platillo tiene raíces prehispánicas y originalmente se preparaba para ceremonias religiosas. Hoy en día, el pozole es uno de los favoritos para celebraciones como el Día de la Independencia o las fiestas familiares.

6. Tamales

Los tamales son un alimento básico en la dieta mexicana y un símbolo de unión familiar. Se elaboran con masa de maíz y se rellenan con carnes, chiles, frijoles o incluso ingredientes dulces, como pasas y chocolate.

Lo especial de los tamales es la manera en que se cocinan, envueltos en hojas de maíz o plátano y al vapor. Cada región tiene sus propias versiones, como los tamales oaxaqueños, que se distinguen por su envoltura en hoja de plátano y su textura suave.

7. Chiles en Nogada

Originarios de Puebla, los chiles en nogada son una obra maestra culinaria. Este platillo consiste en chiles poblanos rellenos de un picadillo de carne, frutas y especias, cubiertos con una salsa de nuez y decorados con granada y perejil. Los colores del plato representan la bandera de México, por lo que es un platillo que se disfruta especialmente en septiembre, durante las fiestas patrias.

8. Elotes y Esquites

No puedes hablar de comida mexicana sin mencionar los elotes y esquites, que son maíz en dos presentaciones: elote (mazorca entera) y esquites (granos de maíz en un vaso). Ambos se preparan con mayonesa, queso, chile en polvo y limón, creando un bocadillo callejero irresistible.

Es imposible resistirse a la combinación de texturas y sabores, ya que el maíz tierno se mezcla con la acidez del limón y el picante del chile.

La importancia de las tortillas

En México, las tortillas son mucho más que un acompañamiento: son el alma de la cocina mexicana. Elaboradas principalmente con maíz nixtamalizado, las tortillas son la base de muchos platillos tradicionales, como tacos, enchiladas, quesadillas, tostadas, chilaquiles y más. Sin ellas, la cocina mexicana no sería lo mismo.

En muchas comunidades, las tortillas aún se preparan de forma artesanal, utilizando un metate para moler el maíz y un comal para cocinarlas. Este proceso no solo les da un sabor único, sino que también mantiene viva una tradición ancestral.

Una de las características más fascinantes de las tortillas es la variedad de colores que pueden tener. Dependiendo del tipo de maíz utilizado, puedes encontrar tortillas blancas, amarillas, rojas y azules. Las tortillas de maíz azul, por ejemplo, no solo son visualmente atractivas, sino que también tienen un sabor más intenso y son ricas en antioxidantes.

Gracias a su versatilidad, las tortillas se adaptan a todo tipo de platillos y momentos del día. Desde un desayuno sencillo con frijoles hasta un festín con cochinita pibil, este alimento esencial es, sin duda, un símbolo de la gastronomía mexicana.

En el corazón de la cocina mexicana están ingredientes como el maíz, los chiles, los frijoles y el aguacate. Estos alimentos básicos se combinan con hierbas frescas, especias y productos locales para crear una cocina nutritiva, sabrosa y profundamente arraigada en la identidad cultural del país.

La comida típica de México es mucho más que alimentos: es una experiencia sensorial que conecta a las personas con su historia y tradiciones. Desde la cochinita pibil de Yucatán hasta los elotes en las calles de la Ciudad de México, cada platillo es una celebración de la riqueza cultural y la creatividad culinaria de este país.

Si tienes la oportunidad, prueba cada uno de estos platillos en su lugar de origen. Es ahí donde los sabores, los aromas y la hospitalidad mexicana te harán comprender por qué esta gastronomía es Patrimonio de la Humanidad.

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